
El resultado fue una simbiosis perfecta entre la velocidad y la sofisticación del coche de carreras y la robustez y el carácter industrial de nuestra arquitectura modular. Creamos un espacio que no solo destacaba por su diseño único y diferenciador sino que también ofrecía a los asistentes una experiencia inmersiva, permitiéndoles conectar con los valores de Cupra en un entorno diseñado para impresionar a un público amplio y diverso.