
Este espacio se asemeja más a un chiringuito que a una simple activación de marketing gustativo, creando un ambiente memorable y distinto. Aquí, el producto se convierte en el protagonista indiscutible, capturando toda la atención. El diseño del espacio ha sido cuidadosamente planeado para generar las condiciones perfectas, ideales para que los visitantes puedan degustar la tónica en el mejor ambiente posible y en compañía ideal. Este enfoque asegura que cada aspecto del módulo no solo cumpla su función estética y práctica, sino que también potencie la experiencia sensorial del producto, haciendo de la visita algo inolvidable.