
El resultado de este desafío es una residencia que redefine lo que significa vivir en una casa contenedor. El diseño final ofrece un espacio amplio y diáfano, cargado de funcionalidad y comodidad, donde la tipología modular se convierte en invisible desde el exterior. Este logro no solo cumple con los deseos del cliente de alejarse visualmente de la estética industrial típica de los contenedores, sino que también mantiene todas las ventajas inherentes a esta forma de construcción: resistencia estructural, aislamiento térmico superior, y una eficiencia en el montaje, transporte y entrega que la construcción tradicional difícilmente puede igualar.